Y entonces dejará de sufrir
Y entonces dejará de sufrir…
¡Qué impotencia siento cuando lo observo!
Tiene el mundo entero, la madre tierra y la energía divina;
y aún así, no sabe dónde está ni hacia dónde va.
Robot sin alma, si solo escuchara.
Si solo sintiera.
Si dejara de lastimarse uno a otro, si se diera cuenta
de lo cruel que es consigo mismo; el único ser vivo
que, no solo lucha por ser mejor que el otro,
sino que se empeña en que a ese otro, le vaya peor.
El único ser que disfruta viendo sufrir a los demás
y todavía se pregunta porqué en su vida solo hay sufrimiento.
Es único, fue creado especial y aún así, se empeña
en ser igual; finge querer ser diferente del resto y solo
es una oveja dentro de un rebaño.
No aprovecha todo lo que le ha sido entregado,
lo quema entre emociones y sentimientos negativos
hacia sí mismo y hacia los demás.
Sus elecciones y decisiones lo tiene donde está,
pero es más fácil culpar a alguien más que reconocer
su propia responsabilidad.
Se sonríen entre ellos y después se clavan una espada,
la espada de la envidia, de la mentira, de la traición.
Se llama a sí mismo, especie superior, pensante;
si supiera que exactamente eso que presume
es lo que lo está destrozando como especie.
Y como no puede aceptar su responsabilidad,
destruye la naturaleza que le ha sido entregada,
así es más fácil culpar a alguien o algo más.
Si viera el mundo a través de mis ojos,
aceptaría el regalo que se le ha dado
y lo abriría; no lo tendría escondido
en lo más profundo de su cuerpo;
el día que abra ese regalo
entenderá cuál es su misión y para qué
está aquí.
Ese día dejará de sufrir…
Por hoy es todo, pero ya sabes que cualquier cosa,
estaré encantada de leerte en los comentarios y por correo (platicamosrocio@gmail.com).
Si te apetece, comparte y soñemos juntas.