Este año 2020 va de Confianza y Gratitud

Este año 2020 va de Confianza y Gratitud

 

 

 

 

 

Este año 2020 va de Confianza y Gratitud

 

Este año 2020 va de Confianza y Gratitud. Todos los años hago un recuento de daños en diciembre; no es otra cosa que reflexiones que hago sobre todo lo vivido, lo sufrido y lo gozado.

2018 => Cumplir

2019 => Libertad

Esto lo hago como especie de limpieza anual y poder prepararme para recibir el Año Nuevo con la mochila vacía de cargas y llena de aprendizajes que me ayuden a cumplir mis sueños.

La verdad es que es un ejercicio muy enriquecedor, pero que si bien me deja un poco agotada en principio, al final logra sanear un poco el camino.

El problema aparece cuando llega cierta temporada del año donde me doy cuenta que me dejo caer fácilmente y no sigo mucho el camino que me trazo a inicio de año.

 

 

Esta vez será diferente

 

Este ejercicio es muy similar al de practicar el repetir afirmaciones positivas como periquito pero sin prestarle realmente atención a lo que decimos y, sobre todo, a lo que sentimos cuando lo decimos.

Las afirmaciones son muy padres y pueden ayudar mucho, pero si realmente no las sientes verdaderas, por más positiva que pretenda ser la afirmación y tu supuesta actitud, nunca funcionarán.

Pues en este caso es lo mismo, de poco sirve que sí encuentre lo que quiero sacar de la mochila y lo que quiero meter en ella, para después plantearme los objetivos del siguiente año, si lo que saqué de la mochila no ha sido sanado en verdad. Si sólo pretendo sacarlo de mi vida y ya, no funciona.

En cuanto aparezca alguna persona o situación que haga que mi inconsciente viaje en el tiempo, volverá a donde dejé las cargas y volverá a echarlas a la mochila. Esto provoca que, además de aprendizajes y cargas, ahora cargaré con algo más… la culpa.

Y esa es la peor de todas las cargas.

 

 

Ahora va en serio, este año 2020 va de Confianza y Gratitud

 

¿Y por qué estoy tan segura que este año sí?

Fácil… porque quiero, porque puedo y porque me sale de los huevos.

Por fin he entendido que las culpas, las cargas, el dolor, los demonios no se tienen que sacar de la mochila; son parte importante de mi camino de vida y, además, de lo que soy hoy en día.

Así que pretender deshacerme de ellos es como borrar partes valiosas y experiencias que me hicieron formar el carácter que hoy me hace decidir cambiar el rumbo que había tomado.

Y no es que esté pensando en irme a vivir a < Tucmundu > o definitivamente mandar a todo mundo a la mierda…. no va tanto a ese extremo. Es verdad que parte importante de los aprendizajes de este año han tenido mucho que ver conmigo misma y eso era algo que no hacía en años anteriores.

Siempre me planteaba objetivos o metas en función de lo que el tiempo, los niños, mi madre, el marido y el resto del planeta me dejara hacer.

 

 

¿Qué fallaba?

 

Ahí es donde estaba mi principal equivocación, no tenía que ver afuera, tenía que ver adentro.

Había y sigue habiendo muchas cosas que sanar en mí, pero voy por el camino. Cuando tomas esa decisión todo empieza a cambiar para mejor, sobre todo, tú misma; pero aún mejor, la percepción de ti misma para ti. Eso es lo que he aprendido este año, después de tantos golpes, lágrimas, dolor.

Nadie más que yo puede decidir que quiero ser, hacer y tener. Una vez que defina y lo tenga clarísimo, todo y todos los que me rodean se verán beneficiados, ya sea siguiendo conmigo o alejándose de mí; pero está claro que hasta ahora han estado con una persona que no he sido totalmente yo.

 

 

¿Por qué mis palabras serán Confianza y Gratitud?

 

Pues fácil, porque lo primero que tengo que tener es confianza… en MÍ y solo en mí. Yo soy, así nací; el paso por esta vida me está forjando una personalidad para vivir en este mundo, en esta sociedad; así que soy una suma de lo que soy y lo que he aprendido. Pero ese aprendizaje no tengo que tomarlo al pie de la letra, es decir, no tengo porque ser lo que los demás me han enseñado a ser o lo que quieren que sea.

Voy a ser una combinación de lo que soy, con las conclusiones que vaya sacando de mis aprendizajes, es decir lo que sí quiero y no quiero de este mundo. Eso hará que pueda enfocarme en mis objetivos, en mis sueños, en mi misión. Dejar de cumplir las expectativas de los demás y empezar a cumplir las mías.

 

 

2020 va con todo y por mí

 

Confianza en todos los sentidos; a nivel físico, mental, emocional, espiritual, material… ahora sí vamos con huevos y punto a cumplir sueños.

Gratitud en todos los sentidos también, el mundo, la vida y las personas son maravillosas en la medida en que las vea como lo que son y no como lo que yo quiero que sean. Dejaré de quejarme por las cosas o personas que no llegan o se van y empezaré a agradecer porque estuvieron y cuando estén. Las cosas siempre pasan por algo y el querer que pasen cuando y como yo quiera no está funcionando, pero si pongo realmente atención me doy cuenta de que lo que pasa es lo mejor que podía haber pasado y lo que quería que pasara siempre llega mucho mejor.

Así que el próximo año estará basado en el proceso de sanación (en todos los sentidos) que he empezado este año y seguirá, primero confiando en que todo pasará de la mejor manera cuando tenga que pasar y poniendo toda la atención en el presente para poder agradecer todo cuanto pasa, porque siempre será lo mejor que pueda pasar.

 

Empiezo por agradecerte a ti la confianza de seguirme, de soñar conmigo, de leerme (todas mis locuras), por no abandonarme; pero sobre todo… por ser, por estar y por existir.

 

¡Feliz Año 2020!

 

Por hoy es todo, pero ya sabes que cualquier cosa,

estaré encantada de leerte en los comentarios y por correo (platicamosrocio@gmail.com).

Gracias por leerme y

si te apetece, comparte y soñemos juntas.

No seas diferente,

¡Sé única!

¡Besiños infinitos!

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