Viento en contra

Viento en contra

Viento en contra

 

 

Viento en contra

 

Esta nueva entrada al blog estaba pensada como continuación de mis chocoaventuras como emprendedora por internet, pero con el viento  en contra, tuve que cambiar de idea por cuestiones de tiempo.

Así que decidí que lo mejor era entregarte algo bien hecho y si no, mejor no entregar nada. Por eso voy a contarte qué fue lo que me puso el viento en contra.

Entenderás que al final decidí contarte esta experiencia porque tengo la creencia de que «todo pasa por algo» y quizás en el momento no lo vemos o la situación nos ciega de tal manera que no lo entendemos.

Pero lo que sí es seguro, es que toda experiencia, sea buena o mala, te dejará un aprendizaje o algo por lo que estar agradecido.

 

 

 

Si sigues leyendo

 

Cuando se acercaba la fecha de la salida del cole de mis enanos, decidimos tomarnos unos días para salir de nuestra ciudad, escapar un poco de la rutina y descansar unos días.

Nuestras vacaciones estaban planeadas y aunque no serían más de cinco días, estábamos convencidos de que serían días de descanso y de mucha diversión en familia.

Llegó el día, domingo 17 de julio, salimos llenos de ilusiones por todas las cosas que nos esperaban en nuestro destino; además de las cosas que teníamos planeado hacer, estaba también la oportunidad de convivir con una pareja de amigos y por supuesto ver a mi hermano y su familia.

Tengo que decir que estos días fueron mejor de lo pensado, en principio creía que mis enanos querrían estar pegados a las tablets y no salir a ningún lado ni hacer actividades en familia, pero, para mi sorpresa, estuvieron siempre dispuestos y felices de compartir momentos juntos.

 

 

Todo marcha bien

 

Así que tengo que decir que tuvimos unos días perfectos, hicimos un montón de cosas, compartimos tiempo especial en familia y con amigos, todo marcha sobre ruedas.

Llega el día de la despedida y vuelta a casa, ese día que a mí me encanta porque amo estar en mi casa, pero que a la vez se vuelve triste por las despedidas y por la distancia que nos separa de amigos y familia y que nunca sabes cuándo podrás volver a reunirte, pero con la felicidad de los momentos vividos y de los hermosos recuerdos que quedarán grabados por siempre.

 

 

El regreso, viento en contra

 

Cuando nos encontrábamos de vuelta a casa; (cabe a aclarar que el aeropuerto del cual viajamos queda aproximadamente a dos horas de camino) decidimos hacer una parada para comprar algo de beber y de botana para hacer menos pesado el viaje en carretera, sobretodo para mis enanos.

Esa parada fue la que nos puso el viento en contra.

Era de noche y llovía, bajamos todos a escoger lo que se nos antojaba para el camino… La sorpresa fue al regresar al coche… nos encontramos con una ventana estrellada y otra rota… Todas nuestras cosas habían desaparecido… Laptop, tablets, celular de mi viejo, cámara de fotos, mi bolso, las maletas, mis memorias… nuestros recuerdos, nuestras vacaciones perfectas…

La rabia y la desesperación te llegan de pronto, la lluvia parecía más una tormenta en medio del mar y las velas se movían estrepitosamente con ese viento en contra…

Cuantos pensamientos de angustia y coraje te pasan por la cabeza en cuestión de segundos…

La impotencia de verte rodeada de gente que no vio nada pero que tú en ese momento sientes que incluso se ríen de ti y de lo que te ha pasado, como si la culpa hubiera sido tuya.

La rabia incontenible de ver que nadie hizo nada pero lo peor, que nadie hace nada, ni siquiera para consolarte o hacer que el momento sea menos duro…. Simplemente pasan de ti…

La llegada de las autoridades que se supone que están para tu servicio y te demuestran una vez más que estás solo y que no hacen nada por servirte, probablemente si hubieras superado el límite de velocidad te hubieran rodeado un montón de policías  esperando algo a cambio de no levantarte una multa, pero cuando algo como esto pasa, resulta que no se puede hacer nada.

 

 

Y con esto qué hago

No te voy a mentir… Fue un momento muy duro, mis enanos estaban asustados y desesperados por tanto perdido, tanto trabajo y esfuerzo en conseguir las cosas que tenemos y ahora simplemente desaparecían.

Mi viejo preocupado por nosotros pero con una entereza y fuerza que nos hizo a todos sentirnos protegidos a pesar de estar tan solos.

Yo con tantos pensamientos en mi cabeza de los clásicos «qué hubiera pasado si…?»,»debí haberme quedado…», «debimos haber hecho…»

¿Por qué decido contarte esto?

 

 

Me preguntarás ¿qué bueno se puede sacar de un momento así?

 

En mi caso te digo que, al final, lo único que me quedó es un enorme agradecimiento: no nos pasó nada a nosotros.

Demostramos que somos una familia unida que en este tipo de situaciones nos apoyamos en todos sentidos.

Que tengo unos enanos con un corazón enorme y una calidad humana de los que pocas personas pueden presumir.

Que tengo el mejor viejo del mundo mundial, porque con todo lo que implica lo que nos pasó, estaba ahí fuerte como una roca, apoyándonos y mostrándose fuerte para que los demás no nos rompiéramos en pedacitos como el cristal de la ventana, porque tiene un amor por su familia tan incondicional que soportó lluvia y dolor, que manejó durante dos horas para traernos a la tranquilidad de nuestro hogar y que regresó al día siguiente a realizar los trámites necesarios, que no quiso exponernos a todo eso y que a pesar de todo sigue viendo las cosas de manera positiva y no se queja ni un segundo de todo lo que nos queda por hacer.

 

Así que hoy te escribo esto para decirte que no importa lo que nos pase en la vida tenemos que creer en nosotros, en que somos capaces de lograr grandes cosas, que todo es cuestión de proponérselo y luchar por ello.

 

El mundo gira y las cosas no siempre serán como queremos o deseamos y a veces hasta sentiremos que todo sale mal y que conspiran en nuestra contra, pero «todo tiene solución» así que darle la vuelta y continuar.

 

Da la vuelta y úsalo a tu favor…

No dejes que nada ni nadie te detenga… Sólo tú decides cómo tomarás las cosas, si decides dejarte en el drama y sufrir por lo que pasa no podrás lograr lo que en realidad quieres, así que levántate y lucha todos los días, contra el mundo, contra ti misma si es necesario, pero nunca te dejes caer.

 

Si lloras por perder el sol, las lágrimas te impedirán ver las estrellas…

Y tú, ¿cómo utilizas el viento en contra?

Por hoy es todo, pero ya sabes que cualquier cosa,

estaré encantada de leerte en los comentarios y por correo (platicamosrocio@gmail.com).

Gracias por leerme y

si te apetece, comparte y soñemos juntas.

No seas diferente,
¡Sé única!

¡Besiños infinitos!

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