Recuento de daños 2018

 

Soy total y absolutamente anti propósitos de Año Nuevo, soy más de recuento de daños.

Hace dos años lo hice, por si lo quieres leer.

Siento que es un desperdicio de energía que podría usar en algo más relevante para mí.

Al final, no son otra cosa que un montón de “promesas” no prometidas para no crear tanta culpa por no cumplirlas.

Pero que, después de todo un año, te generan más culpa que alegría o compromiso e incluso decepción de ti misma por la falta de voluntad o constancia.

Conclusión, es como hacer una lista de cosas que te recuerden, más tarde o más temprano, todas las razones por las que (según tú) no eres capaz de conseguir “nada” en tu vida.

Y por rebote, es como una confirmación a tus falsas creencias sobre ti misma y cumplir tus propósitos.

 

 

Dime si no…

 

Llega fin de año y haces una lista de cosas que quieres cambiar; de ti misma, de tu forma de vivir, de las personas que te rodean, de tu situación en el trabajo.

Pero en realidad, te cuestionas por qué quieres hacer esos cambios realmente.

Eres tú la que desea cambiar o te dejas llevar por toda la inmensidad de cosas que nos han dicho, enseñado, etcétera.

¿Cuántas veces te has preguntado si tú quieres bajar de peso o si realmente quieres bajar toooodo ese peso que te estás proponiendo?

¿De verdad quieres dejar de fumar y si es así por qué; por ti o por lo que te dicen?

Hacer ejercicio, ¿es algo que tú quieres hacer?

Todas estas preguntas te parecerán un poco tontas si las lees así sin contexto, pero la verdad es que sí nos preguntáramos esto y nos cuestionáramos un poco más sobre el por qué y para qué hacemos lo que hacemos, muchas cosas serían más sencillas.

 

 

Tal vez tengan razón, tal vez no

 

Probablemente sí necesitas bajar de peso, lo más seguro es que sí sea bueno que dejes de fumar y seguramente será muy positivo que hagas ejercicio.

Pero ahí no radica lo complicado de los propósitos, si no en que, dependiendo de tus razones, serán tus soluciones.

De nada sirve que te propongas dejar de fumar porque todo el mundo te dice que es malo, si al final tú no quieres dejarlo, por los motivos que sean; son tuyos y por lo tanto son válidos.

¿Bajar de peso? Primero analiza si es realmente una necesidad y cuánto es ese “sobrepeso”. A partir de ahí necesitas definir por qué quieres bajar de peso. Si solo es por el qué dirán o por lo que ya dicen, empiezas mal, porque los demás no inspiran; nos inspiramos nosotros mismos.

Si encuentras tu verdadera razón es muy probable que encuentres la solución más adecuada para ti y sobretodo, hagas un propósito acorde a lo que quieres, puedes y necesitas; sin basarte en nadie más.

Por lo tanto, será más fácil de cumplir.

Lo más importante, si hacemos todo esto, no hará falta que hagamos propósitos de Año Nuevo, porque lo haremos por convicción y para eso no necesitaremos falsas promesas con falsos pretextos.

 

 

Así que mi recuento de daños…

 

Por todo esto es que yo hago un “recuento de daños” y no lo hago en Año Nuevo sino en mi cumpleaños; mi verdadero Año Nuevo.

En ese momento, me tomo una pausa para analizar todo mi año anterior, tomar lo positivo, a los grandes maestros (que no necesariamente son personas) y analizar todos los aprendizajes.

Después tomo todo lo que fue no tan positivo, a las personas que ya no están (por el motivo que sea) y a las situaciones que me hicieron daño; tomo sus lecciones, agradezco y las dejo ir.

Nada de lo que haga de aquí en adelante cambiará en nada lo que ya fue; pero sí puedo tomar lo que me sirva y entonces a darle con todo a lo que sigue.

 

 

Agradecer…

 

Algo muy importante para mí en este recuento de daños es agradecer, a los que llegaron, a los que se quedaron y a los que se fueron.

A lo que pasó, a lo que no pasó; a lo que dolió y a lo que hizo feliz.

Eso hace que le diga hasta luego a lo no tan bueno y le de la bienvenida a más de lo bueno.

 

Mi viejo…

El compañero de viaje ideal para esta aventura llamada vida; él es mi compañero, mi amigo, mi confidente, mi punching bag, mi cómplice.

Él único que aunque no entienda de que hablo, me apoya incondicionalmente.

¡Gracias viejo por 19 años de aventuras, de risas y de aprendizajes!

 

Mis enanos…

Porque aunque no entiendan mucho de mis “cosas chinas” (como ellos las llaman) siguen siendo el motor que hace que, a pesar de todo, yo siga en movimiento.

Mis más grandes maestros de vida (acá entre nos, sobretodo de paciencia y tolerancia)

¡Gracias enano y gracias chaparro por hacer que levantarme en las mañanas valga la pena, solo por verlos sonreír!

 

My Friend…

Se piensa y se dice fácil, pero son muchos años de ser y estar. No importa la distancia cuando los brazos del corazón son tan largos.

Mi hermana del alma, mi fan número uno y la que cree que soy una super heroína!

¡Gracias My Friend por 35 años de amistad incondicional!

 

My Sensei de la Creatividad…

La mujer que nada puede detenerla, soy fan de su fortaleza y su capacidad de salir adelante de cualquier situación por dura que parezca.

Mi porrista número uno y mi mejor amiga virtual. Algún día nos daremos uno de esos abrazos de forma física.

¡Gracias Gabriela por hacerme creer que sí se puede, si uno quiere!

 

A todos y cada uno de los que llegaron y se fueron, los que llegaron y se quedaron, los que nunca llegaron y a los que sigo esperando.

A Dios, mis ángeles, la vida; por permitirme vivir aquí y ahora; en el momento indicado con las personas y situaciones adecuadas.

 

Por hoy es todo, pero ya sabes que cualquier cosa,

estaré encantada de leerte en los comentarios y por correo (platicamosrocio@gmail.com).

Gracias por leerme y

si te apetece, comparte y soñemos juntas.

No seas diferente,
¡Sé única!

¡Besiños infinitos!

 

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