Por un 2018 con muchos huevos y punto!
Por un 2018 con muchos huevos…y punto! ¡Wow! No lo puedo creer, ya hace un año que hacía una reflexión en este mismo blog sobre las listas de propósitos de año nuevo o el tan familiar, recuento de los daños y acá estamos de nuevo, intentando hacer el recuento del 2017.
Por un 2018 con muchos huevos…y punto!
Este año quiero hacer otra vez ese recuento, sigo creyendo que las listas interminables de propósitos de año nuevo, no son otra cosa que un montón de ideas que harán que te sientas culpable todo el año por no poder cumplirlas y al final, a volver a empezar. (Lista-culpa, lista-culpa).
Empiezo por mis agradecimientos, tengo muy claro que parte de forjar nuestro camino y por lo tanto, nuestra felicidad; en toda la extensión de la palabra, se basa en valorar todos y cada uno de los pequeños detalles que hacen de nuestro andar y de nuestra vida, algo extraordinario.
Si aprendemos a aceptar lo que nos rodea, lo que nos pasa y la gente que está en nuestro camino, nos será más fácil agradecer lo que ya tenemos y así prepararnos para poder recibir todo lo maravilloso que está a punto de llegarnos, sin que nos pase de largo y no darnos cuenta.
Así que este año:
Mis agradecimientos infinitos son para:
Mi viejo:
Compañero incansable de viaje. El que apoya mis ideas, mis creaciones, mis loqueras. Que cree más en mí que yo misma. Hace que cada momento valga la pena ser vivido, con sus altas y sus bajas. ¡Gracias por siempre, ojitos bonitos!
Mis enanos:
Los que me impulsan a seguir creyendo en mí y en lo que hago. Los que hacen que cada pequeño movimiento sea un gran logro y que cada mirada de «gato con botas» haga que se me derrita el corazón. ¡Gracias enano y chaparro por creer que soy la mejor mamá del mundo mundial!
My Friend:
Porque siempre está y estará, al igual que yo estoy y estaré. Es la prueba fiel de que no hay tiempo ni distancia cuando el cariño es eterno. ¡Gracias por formar parte de mi vida ya por, más o menos 35 años!
My Sensei de la creatividad:
Por enseñarme que todo es posible cuando se cree en uno mismo. Que las almas gemelas existen y los tiempos de Dios son perfectos, se juntan cuando ambas están preparadas para ello. Amos por un 2018 con todo morra. ¡Gracias por creer en mí y por dejarme formar parte de tu vida y formar parte de la mía!
Mis caramelas del alma:
Sí!!! Siguen ahí, fieles a la causa. A pesar de la distancia y el tiempo me siguen demostrando que la amistad existe más allá de las fronteras y los charcos. Porque me demuestran cada día que debo ser alguien especial porque los años pasan y no me han dejado. Seguimos abrazándonos con los brazos del corazón. ¡Gracias mis niñas hermosas Amparo, Rosamari, Irene, Lore, Pepi, Bene, Judit, Mónica, Carmen, Esther, Rosana, Yors, Pe y Noe!
Mis compañeras de viaje:
Aquí seguimos, luchando por cumplir nuestros sueños, codo a codo. Alegrándonos de los logros de cada una, apoyándonos y escuchándonos cuando necesitamos desahogar de tanto camino recorrido. ¡Gracias a todas por seguir ahí Cristina, Gaby P, Lédif, Leti, Marilo, Pao, Susy, Mercedes!
Mis mentoras, maestras y amigas:
Paula Lesina, la lucecita en mi camino. El apoyo incondicional a pesar de la distancia y la enorme cantidad de trabajo. La luchadora que me demuestra, día a día, que se puede hacer mucho con lo poco que se tenga si realmente te decides a mover el culete.
Dora Pancardo, esa mujer que sigue creyendo para crear. Que me enseña todos los días, que uno es el que crea su propia realidad, aún a pesar de los miedos y las creencias.
Yolanda Lorenzo, la mujer que me sigue demostrando que el tiempo es relativo, es en qué lo inviertes lo que lo hace extraordinario. Mi admiración para ella que está luchando duro, contra algo que no puede controlar, por seguir cumpliendo sus sueños.
A todos los que formaron parte de este 2017, mi agradecimiento infinito. Algunos llegaron para quedarse, otros se fueron sin despedirse; pero todos han sido importantes. Los que me dejaron cosas maravillosas, vivencias extraordinarias, momentos especiales. Los que no me aportaron nada bueno o nuevo, pero de alguna manera se convirtieron en aprendizaje de vida.
Hace un año le puse nombre nombre ese 2017 en una palabra: CREER en mí y en lo que hago.
Y lo logré, ha sido un andar duro, nada fácil; pero la recompensa al final de ese camino, es el inicio de un nuevo recorrido con plena confianza en mí y en lo que hago; además de que, por fin, estoy encontrado el sentido a lo que quiero hacer de ahora en adelante. Un año de mucha reflexión y de muchísimo aprendizaje valioso, para mi vida personal, emocional, familiar y laboral.
Este 2018 también tiene nombre y objetivo:
Ya logré el objetivo del año pasado, ahora toca ponerlo en marcha. Me toca cumplir mis sueños.
Te invito a acompañarme en este nuevo camino, sé que si lo hago rodeada de personas especiales y extraordinarias todo será más fácil y divertido.
Solo me queda desearte lo mejor para este año que empieza, qué cumplas todos tus sueños, qué vivas intensamente, qué te diviertas mucho; sobre todo, qué seas muy feliz.
¡Gracias por todo y por tanto; por ser y estar!
Por hoy es todo, pero ya sabes que cualquier cosa,
estaré encantada de leerte en los comentarios y por correo (platicamosrocio@gmail.com).
Si te apetece, comparte y soñemos juntas.
No seas diferente,
¡Sé única!
¡Besiños infinitos!