No somos diosas ni creadoras
No somos diosas ni creadoras
Hay mucho de que hablar con respecto a este tema, pero, en este post, me voy a enfocar a explicarte porque no somos diosas ni creadoras de nuestra realidad, contrario a lo que nos enseñan o vemos por todos lados, cuando nos hablan de espiritualidad, energía o desarrollo personal
Vamos a empezar por el principio…
En realidad, es cierto que nuestro destino ya está escrito. Lo que hay que aclarar es la definición exacta de «destino». Mucha gente habla del destino como si fuera todo el camino que tenemos que recorrer y, literalmente, destino significa:
Meta, punto de llegada.
Tomando en cuenta que todos traemos ya elegidos nuestro Propósito y nuestra Misión; además de la Lección que venimos a aprender; está más que claro que tenemos nuestro destino escrito, es decir, ya sabemos a dónde nos dirigimos.
Lo que es muy diferente a saber el «cómo» lo vamos a vivir y esto implica, también, lo que conocemos como libre albedrío. Si tuviéramos ya escrito nuestro «destino», creyendo que es el camino a recorrer, ¿para qué nos darían libre albedrío? ¿Qué sería lo que nos estarían dando chance de elegir?
¡Exacto! ¡Nada!
Ahora, tomando en cuenta que sí está escrito nuestro destino, en el sentido literal de la palabra, el «cómo» es lo que podremos decidir usando ese libre albedrío.
Aquí aplica el dicho: «todos los caminos llevan a Roma»
Tal cual ves en la imagen, podemos elegir una cantidad ilimitada de opciones, al final, todas esas opciones nos llevarán a nuestro destino. Visto de otra forma, es nuestra decisión aprender de una forma u otra, por las buenas o por las malas; pero no somos diosas ni creadoras de ese destino ni de esos caminos.
Ya todo es y existe
Dios nos creó a su imagen y semejanza, totalmente; y es por esto que se tiene la creencia o nos quieren enseñar que nosotras somos creadoras (al igual que Dios) capaces de crear lo que queremos; en otras palabras, de manifestar nuestros deseos, pero lo cierto es que no creamos nada, sólo elegimos por dónde movernos en función de lo que queremos lograr.
Aquí hay un punto importante a aclarar: nuestro destino no tiene nada que ver con cumplir nuestros sueños, cumplir con nuestra Misión, cumplir con nuestro Propósito o aprender nuestra Lección; nuestro destino, el tuyo, el mío y el de todos es el mismo.
Si quieres saber más sobre el destino final de todos, puedes checarlo aquí y si quieres leer sobre la verdadera Ley de Atracción puedes hacerlo aquí.
Ahora vamos al punto, no somos diosas ni creadoras
Dios es el único creador de todo lo que es y lo que existe. Es verdad que somos hijas de Dios, pero, al igual que en el plano terrenal, nuestros hijos también se parecen a nosotras, pero no son nosotras. Por lo tanto, todo ya está ahí, ahora es nuestra decisión elegir (una vez más) cómo vamos a lograr lo que venimos a hacer, aprender y experimentar para volver al origen: Dios.