Recuerdos de un pasado feliz o de un presente mejor
Recuerdos de un pasado feliz
Aquel aroma la llevó a los recuerdos de un pasado feliz.
Llevaba años viviendo en una burbuja
que ella misma había creado.
La perfección en su máxima expresión,
la perfección basada en qué,
la expresión de quién.
Vivía frustrada y, sin embargo, intentaba
convencerse a sí misma de que todo
tiempo presente era mejor
que cualquier tiempo pasado,
pasado que sólo estaba lleno de dolor.
Cada vez que miraba atrás,
tratando de encontrar algo que la hiciera
sentirse feliz y orgullosa de lo que había logrado,
sólo encontraba recuerdos de personas
que la lastimaron y de situaciones dolorosas
que marcaron profundamente su corazón.
Entonces volvía a repetirse
que no importaba cuán mal se encontrara ahora,
cualquier tiempo presente sería mejor
que otro del pasado.
No encontraba en su pasado
recuerdos que la hicieran vibrar de felicidad,
sólo recuerdos dolorosos,
una y otra vez se agolpaban a su mente.
Y por más que intentaba convencerse
de que el presente era lo mejor que tenía,
no lograba sonreír al pensar en ello,
simplemente no era feliz.
Sí hubo un pasado feliz
Vio a lo lejos, una niña subiendo en un árbol,
cayendo, correteando de un lado a otro,
rodeada de niños y lloró.
Desconsoladamente y con mucho dolor en el pecho,
no lograba detener el llanto,
peor aún, no alcanzaba a comprender el porqué.
Mientras observaba, llorando, a la pequeña,
se acercó su madre y la reprendió diciendo que las niñas
no se comportaban así y, entonces, sonrió.
De pronto lo entendió todo…
aquellos recuerdos de un pasado feliz
llegaron a su mente desde lo más profundo de su alma,
donde se guardan los momentos más valiosos.
Dejó de sentir dolor,
sintió como si una luz se encendiera dentro de ella,
justo en su alma, su mente, en su corazón.
Ya no lloraba por el pasado,
ahora sonreía por el futuro
y volvió a decirse que el presente era lo mejor
que podría pasar,
pero tomando la decisión de usar
aquellos recuerdos de un pasado feliz
para sembrar y construir un futuro mucho mejor.
Su rostro aún tenía la sonrisa dibujada
cuando su corazón dejó de latir.
Por hoy es todo, pero ya sabes que cualquier cosa,
estaré encantada de leerte en los comentarios y por correo (platicamosrocio@gmail.com).
Gracias por leerme y
si te apetece, comparte y soñemos juntas.
No seas diferente,
¡Sé única!
¡Besiños infinitos!