¿Qué le pasa a todo el mundo?
¿Qué le pasa a todo el mundo?
Ya sé, en este momento, además de estarte preguntando lo mismo que yo, estás preguntándote por qué se me ocurre escribir sobre algo de lo que nadie tiene la respuesta.
(Quizá tenga que ver con que el día que escribí sobre esto estaba en mi día personal 11, con lo cual esperaba recibir la respuesta a todas mis preguntas).
No lo sé, pero tuvo que ver con lo poco que me paseo por Facebook y no es porque tenga nada contra la plataforma, con mis amigos o que no me entretenga dando vueltas por ahí.
Es que, últimamente por ahí solo veo gente atacándose por todos lados y por cualquier clase de tema y, la verdad, me pone mal.
Y siendo totalmente honesta, he llegado a contagiarme; he visto un montón de publicaciones que han provocado en mí la reacción de enojarme y querer comentar algo en contra y hasta hiriente.
He tenido; no sé si llamarle fortaleza, miedo, o qué; de no entrar en el mismo círculo, pero el que me haya pasado por la mente me hizo detenerme a pensar en qué es lo que le pasa a todo el mundo.
La Numerología
Hace unos meses te contaba lo que es la Numerología y lo que Pitágoras nos heredó como padre de los números y matemáticas.
Hoy quiero ampliar un poquito más el tema y explicarte qué es lo que yo pienso que le pasa a todo el mundo.
Pitágoras decía que todo en el universo y más allá de lo que conocíamos como tal, está hecho de energía y que tiene una vibración específica.
Lo comparaba con la música, explicaba que cada nota vibraba de cierta y forma y acabó comparándolas con las vibraciones de los números.
De ahí dedujo que todo lo que existe vibra con unas energías que se asemejan a las vibraciones de los números del 1 al 9, más dos números considerados maestros porque, a pesar de poder ser reducidos a un dígito, consideró que vibraban más alto y son el 11 y el 22.
Todo es un ciclo
Para Pitágoras todo lo que existe se mueve en ciclos de 9 niveles, así el 1 es el comienzo de todo y el 9 el final.
Partiendo de esta explicación y analizándola un poco, llego a estar de acuerdo con él.
El ser humano se mueve en ciclos perfectos de 9 niveles para pasar a lo que sigue.
- Así es como un embarazo finaliza a los 9 meses en los cuales pasan aproximadamente 9 meses para empezar a ponerse de pie, es decir, empezar su independencia como ser vivo y convertirse en un niño.
- 9 a 18 años termina de su ciclo de niñez y empieza el proceso de pasar a la adolescencia.
- 18 a 27 años termina de ser adolescente para empezar a convertirse en joven.
- 27 a 36 años termina de ser joven y empieza a convertirse en un adulto por 9 años.
- 36 a 45 años comienza a establecer prioridades ya como un adulto formado y con todas sus prioridades establecidas; en este periodo se encuentra la famosa «crisis de los 40».
Y así podríamos seguir…
Y sí, todos estas cifras, reducidas dan 9…
La Numerología Universal
En el 2016 tuvimos un año universal 9, esto quiere decir que el planeta (que está dentro del universo) llegó al final de un ciclo.
Si analizamos con calma, muchas cosas pasaron en el proceso de ese año y el inicio del siguiente.
En 2017 inició un nuevo ciclo, en el que muchas cosas se dejaron atrás para dar paso a nuevas circunstancias y situaciones.
2018 fue un año muy intenso, en muchos aspectos y para todos. En teoría, nos tocaba un año universal 2 y como tal, tuvo su vibración correspondiente; pero además, resultó ser un año universal maestro 11 y por eso todo fue mucho más fuerte; muchas sacudidas en todos sentidos.
Para mí, las sacudidas más grandes nos las hemos llevado como seres humanos porque siento que parte de todo este proceso tiene que ver con nuestro propio crecimiento como humanidad y como almas aprendiendo para ser mejores.
En muchas religiones existen teorías de que el mundo se va a acabar porque vamos a terminar por exterminarnos entre nosotros.
Y yo no creo que estén tan erradas.
Así llegamos a mi versión
Volviendo al tema de mi poca presencia por las redes sociales y mi versión de lo que le pasa a todo el mundo.
Estoy viendo a todo el mundo peleando por todos lados, por creencias, por gobiernos e incluso hasta hablar de fluir y soltar, genera controversia.
El más mínimo detalle hace que la gente juzgue, critique, se burle, se insulte, se falte al respeto, se haga daño.
Y por otro lado, todo el mundo hablando de ser mejores, de transformarse, de respetarse, de abundancia, etc.
Es como si nos estuviéramos convirtiendo en totales hipócritas o doble cara; por un lado compartimos imágenes y frases motivadoras, por el otro nos atacamos a diestra y siniestra solo por no estar de acuerdo en algún tema.
Yo no creo que sea hipocresía; siento que es una batalla campal entre nuestro inconsciente y nuestro consciente; es decir, nuestra esencia está recordando quiénes somos en realidad, nuestro verdadero yo que tenemos oculto en los archivos de nuestra mente.
Mientras que nuestro consciente (por algunos llamado ego) nos acribilla con todos los «no», «cállate», «quédate donde estás» con los que hemos sido criados y educados por millones de años.
Y como esta batalla se tiene a nivel inconsciente, no nos damos cuenta, pero la extrapolamos al otro.
Así, tenemos un montón de ganas de discutir y, literalmente, no buscamos quién nos la hizo sino quién nos la pague; es decir, estamos viendo en el otro lo que no nos gusta o lo que sí, de nosotros mismos y nos rebelamos de manera consciente contra ellos.
Quizás esté llegando el fin del mundo
O quizás no…
Si nos sirve de consuelo, no estamos en el final de un ciclo; estamos en un año universal 3 y algo de lo que se presenta fuerte en esta vibración es la comunicación.
Además de ser un año que nos va a estar pidiendo que nos pongamos cada uno como nuestra principal prioridad.
Esta combinación puede ser muy positiva o convertirse en una bomba de tiempo.
Elijamos mejor nuestras palabras y nuestras prioridades; y entonces integremos todo para mejorar como seres humanos y como humanidad.
Solo así entenderemos qué le pasa a todo el mundo.
Lo importante es que, en este mundo que corre tan deprisa, lleno de odio, rencor y dolor nos tomemos el tiempo para parar un poco.
El mundo va a seguir girando aunque nosotros nos detengamos; pero si nos detenemos y analizamos para dónde vamos, tal vez nos demos la oportunidad de mejorar de verdad.
Elige las batallas que valen la pena ser peleadas.
Por hoy es todo, pero ya sabes que cualquier cosa,
estaré encantada de leerte en los comentarios y por correo (platicamosrocio@gmail.com).
Si te apetece, comparte y soñemos juntas.